AYACUCHO: UN FERVOR QUE PERDURA

[Catedredal de Huamanga]
Toda la magnificencia y grandiosidad de la catedral de Huamanga, lugar donde el pueblo se reune a orar en Semana Santa.
Clima espléndido todo el año, variedad y riqueza en su flora y cielo traslúcido son algunos rasgos propios de Ayacucho, enclavado en el sur peruano. Este pueblo mantiene una fe inalterable que se evidencia en las procesiones y las ferias que se organizan por Semana Santa, considerada la de mayor arraigo de todo el Perú.
En la capital, Huamanga, las celebraciones se inician con el llamado "Viernes Doloroso", anterior al Domingo de Ramos, congregando miles de feligreses alrededor del Señor de la Agonía y de la Virgen Dolorosa, en un encuentro que personifica el sufrimiento de Cristo y el de su madre. [Fieles]
Fieles prendiendo velas a la efigie de la Virgen, alistándola para la procesión nocturna ayacuchana
[Pintorescos Personajes]
Pintorescos personajes que acompañan las andas de Cristo con la Cruz.
Minutos después del mediodía en el Domingo de Ramos se realiza la tradicional entrada de la "Chamiza" o retama -especie de planta seca- a la Plaza Principal, que consiste en el paso de una tropelía de acémilas y asnos -adornados con ramas de esta planta- jalada por los pobladores que, abriéndose paso entre la multitud, hacen estallar cohetes y bombardas. Al llegar a la Plaza Principal de la ciudad, la "chamiza" es depositada en un discreto emplazamiento al costado de la Catedral, donde permanecerá intacta hasta la madrugada del Domingo de Pascua antes de ser incinerada.

En el Miércoles Santo acontece la Procesión más significativa de la Semana Santa. El Nazareno, ataviado con un traje de terciopelo morado bordado en oro y piedras que asemejan ser preciosas, se encuentra con la Virgen Dolorosa, con una túnica negra de encaje, llamando la atención los siete puñales que lleva en su pecho.

Ambos marchan juntos hacia el templo de Santa Clara, de donde salieron al principio de la jornada, acompañados por María Magadalena y San Juan, en andas.

[Fieles]
Procesión nocturna en la Semana Santa ayacuchana donde todo el pueblo se envuelve en estremecedora devoción
[Procesión]
Un mar de gente acompaña las andas del Cristo Resucitado en la Plaza principal de Ayacucho
En el Sábado de Gloria, el ritual pagano se hace presente en el cerro Acuchimay, donde se organiza una feria popular en que se venden todo tipo de artesanías, bebidas típicas como chicha, quesos frescos, "pimientos detonantes" y sopas, servidas en mates. La ocasión es propicia para beber la "chacta" o aguardiente de caña y para "chacchar" (masticar) la tradicional hoja de coca.
La Semana Santa llega a su fin el Domingo de Pascua o de Resurrección, justo cuando el alba colorea con un rutilante celeste la ciudad. Este mismo día la población pasa de la pena y congoja por la muerte de Cristo al canto alegre de himnos de gloria por el Cristo resucitado. [Fieles]
Miles de fieles acompañan las andas de Cristo ante la bella arquitectura de la Catedral de Huamanga.
[Procesión]
Bellos diseños hechos con flores y tierras de colores por artesanos ayacuchanos que esperan ansiosos el paso del Señor.
El Señor hace su aparición en un anda monumental en forma de pirámide, mientras el humo de la quemante "chamiza" tiene como telón de fondo el doblar de las campanas, los cánticos y los fuegos artificiales, que señalan el epílogo de esta inolvidable semana ayacuchana que se repetirá con igual o más fervor el próximo año.


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